Desde este día te bendeciré – Pastor Luis Bravo

Introducción:

La situación era critica y hasta un poco caótica entre el pueblo de Israel que había regresado del exilio para restaurar Jerusalén y su templo, lo que habían comenzado con mucha alegría y entusiasmo, de pronto se había paralizado y su situación económica actual, tampoco estaba ayudando para que continuaran con los trabajos.

Es así en medio de ese ambiente, que Dios levanta al profeta Hageo, para hacer una tarea muy especial, que leemos en su libro, que dice: despertó el corazón de los lideres y del pueblo, y cambiaría además la situación de escases y maldición económica que tenían a ese momento.

El punto de clímax dentro de la palabra profética llega cuando el profeta expresa: «¿Está todavía la semilla en el granero? Todavía la vid, la higuera, el granado y el olivo no han dado fruto; pero desde hoy yo os bendeciré.» Hageo 2:9.

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Versículos Bíblicos:

Hag 1:3 Entonces vino la palabra del SEÑOR por medio del profeta Hageo, diciendo:
Hag 1:4 ¿Es acaso tiempo para que vosotros habitéis en vuestras casas artesonadas mientras esta casa está desolada?
Hag 1:5 Ahora pues, así dice el SEÑOR de los ejércitos: Considerad bien vuestros caminos.

Hag 1:6 Sembráis mucho, pero recogéis poco; coméis, pero no hay suficiente para que os saciéis; bebéis, pero no hay suficiente para que os embriaguéis; os vestís, pero nadie se calienta; y el que recibe salario, recibe salario en bolsa rota.

Hag 1:7 Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Considerad bien vuestros caminos.
Hag 1:8 Subid al monte, traed madera y reedificad el templo, para que me agrade de él y yo sea glorificado–dice el SEÑOR.

Hag 1:9 Esperáis mucho, pero he aquí, hay poco; y lo que traéis a casa, yo lo aviento. ¿Por qué?–declara el SEÑOR de los ejércitos–. Por causa de mi casa que está desolada, mientras cada uno de vosotros corre a su casa.
Hag 1:10 Por tanto, por causa vuestra, los cielos han retenido su rocío y la tierra ha retenido su fruto.
Hag 1:11 Y llamé a la sequía sobre la tierra, sobre los montes, sobre el trigo, sobre el mosto, sobre el aceite, sobre lo que produce la tierra, sobre los hombres, sobre el ganado y sobre todo el trabajo de vuestras manos.

Hag 1:14 Y despertó el SEÑOR el espíritu de Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu del sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac, y el espíritu de todo el remanente del pueblo. Y vinieron y comenzaron la obra en la casa del SEÑOR de los ejércitos, su Dios,
Hag 1:15 el día veinticuatro del mes sexto, en el año segundo del rey Darío.

Hag 2:6 Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos: «Una vez más, dentro de poco, yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra firme.
Hag 2:7 «Y haré temblar a todas las naciones; vendrán entonces los tesoros de todas las naciones, y yo llenaré de gloria esta casa»–dice el SEÑOR de los ejércitos.
Hag 2:8 «Mía es la plata y mío es el oro»–declara el SEÑOR de los ejércitos.
Hag 2:9 «La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera»–dice el SEÑOR de los ejércitos– «y en este lugar daré paz»–declara el SEÑOR de los ejércitos.

Hag 2:15 «Ahora pues, considerad bien esto de hoy en adelante: antes que se pusiera piedra sobre piedra en el templo del SEÑOR,
Hag 2:16 desde aquel tiempo, venía alguno a un montón de veinte medidas, y había sólo diez; venía alguno al lagar para sacar cincuenta cántaros, y había sólo veinte.
Hag 2:17 «Os herí con viento abrasador, con añublo y con granizo en toda obra de vuestras manos; pero ninguno de vosotros se volvió a mí»–declara el SEÑOR.

Hag 2:18 «Pero considerad bien esto desde hoy en adelante, desde el día veinticuatro del mes noveno; desde el día en que se pusieron los cimientos del templo del SEÑOR, considerad bien:
Hag 2:19 «¿Está todavía la semilla en el granero? Todavía la vid, la higuera, el granado y el olivo no han dado fruto; pero desde hoy yo os bendeciré.»